Tristeza, coraje y desesperación vivieron los aficionados.
Después de aquel 20 de agosto donde se suscitó el lamentable hecho a las afueras del Estadio Corona, por fin culminó el encuentro pendiente de la Jornada No.6 del fútbol mexicano. Aunque en aquel entonces estaba al mando del cuadro lagunero el argentino Diego Cocca, la encomienda era para el "Maestro" Galindo quien no salio en su mejor noche.
El balde de agua fría cayó al minuto 60' cuando Yasser Corona empuja el esférico casi en línea de meta, los aficionados tenían la esperanza que el equipo Lagunero sacara la casta y pusieran orden en la cancha.
Santos intentó reaccionar inmediatamente, pero sin orden alguno, lo cual esto provocó que la afición santista iniciara con el tradicional "Ole" pero en contra de su equipo. Gritos de desesperación, caras frustradas, rechiflas y abucheos para los jugadores santistas se hacían presentes en "La casa del Dolor ajeno".
La explosión ocurrió al minuto 89' cuando Rafael Márquez firmó la victoria monarca con un balón robado desde media cancha, la mayoría de los aficionados tomaron la decisión de abandonar al equipo marchándose del Territorio Santos Modelo.
La afición no perdona a los jugadores Santistas, la calificación ahora está en riezgo y por ello exige al jugador que sude la camiseta en el campo de batalla. La confianza es la base para seguir en el camino. Los jugadores y cuerpo técnico saben la importancia que implica el resurgimiento guerrero para no desechar lo rescatable que se había logrado en una temporada que fue descuidada durante el inicio del torneo de Apertura 2011.
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